jueves, 9 de diciembre de 2010

SOBRE MASIFICACIÓN Y TECNOLOGÍAS TRADICIONALES (LEGACY TECHNOLOGIES)

En el año 2004, desde mi posición de Directora de la Oficina de Planificación y Evaluación Institucional de la Universidad Nacional Abierta de Venezuela (UNA), dirigí un estudio denominado 1° Encuesta Nacional de Capacidades Tecnológicas de los Estudiantes de la UNA. Los Estudiantes y su realidad (Tancredi, B. y Martínez, J.). Por aquellos tiempos estaba en el tapete una discusión en torno a si la UNA debía virtualizarse o no, algunos colegas veían el asunto como un problema de todo o nada. Otros se lo planteaban como una cuestión de grado, en ese caso el problema era dilucidar hasta dónde y qué funciones virtualizar. Interpreté que en aquella situación el papel de la Dirección a mi cargo sería el de proveer información que diera sustento a la formulación de posibles decisiones en aquel sentido. Fue así como emprendí el referido estudio cuyos resultados pueden encontrar en la presentación anexa.

A los fines de contextualizar brevemente el estudio, cabe destacar que éste se realizó durante el Lapso Académico 2004-2. Se encuestaron 53.265 estudiantes regulares de los 55.265 inscritos en ese lapso. La encuesta, presentada en formato electrónico, estuvo conformada por preguntas cerradas que debían ser respondidas por los estudiantes antes de acceder a la planilla que se llena en el proceso de inscripción, que en la UNA se realiza en línea. Los resultados del estudio se presentaron de la siguiente manera: integrados a nivel nacional, por Carrera y por Centro Local.

Entre otros resultados, el estudio arrojó que 14.708 estudiantes, el 27,61% de la población para ese momento, poseía computador con unidad de CD en sus viviendas; del segmento de estudiantes que trabajaban, el 14,05%, es decir, 7.483, tenían computador en sus sitios de trabajo y apenas 723 estudiantes, el 1,36%, poseía un computador personal. En cambio, 47.791 estudiantes, el 89,72% contaba con TV (ténganse en cuenta estos números cuando se habla de procesos de masificación de la educación). 

Los resultados en cuanto a la amplia disponibilidad de TV por parte de nuestros estudiantes frente a la limitada posesión de computadores, nos condujeron a reflexionar sobre el papel que juegan las tecnologías tradicionales, conocidas como legacy technologies en la masificación de la educación, tema que me ocupa en este blog. En el caso particular de la UNA, resultaba obvio que la TV por canal abierto parecía ser un medio altamente pertinente para llevar la educación a nuestros numerosos estudiantes. Es por ello que proponíamos repensar las inconvenientes dicotomías que plantean medios nuevos/viejos, modernos/anticuados, buenos/malos. Cuando de masificar la educación se trata, se hace necesario echar mano de las tecnologías y medios que permitan llevar educación a poblaciones estudiantiles numerosas sin perder de vista su caracterización previa, ello para determinar las posibilidades de éxito de cualquier tipo de decisión en materia de utilización de medios. 

En el caso de la UNA es necesario destacar que en el año 2003, el 42,33% de los estudiantes se ubicaban ente los estratos sociales IV y V que corresponden a los niveles pobreza relativa y pobreza crítica, y el 41,40% al estrato III, tipificado como media media. Estos rasgos nos plantean a los educadores, por una parte, un enorme reto a los fines de democratizar y masificar la educación superior. Por la otra, a considerar cuidadosamente las pretensiones de virtualizar totalmente una universidad como la UNA. En razón de que, como lo expresé anteriormente, el estudio se realizó en el año 2004, sería conveniente actualizarlo a la fecha, aunque me atrevería a aseverar que los datos no se han modificado sustancialmente por cuanto la población estudiantil de la UNA pareciera no haber cambiado.

Otro resultado muy interesante del estudio plantea un asunto en el cual me encuentro profundizando en este momento, lo constituye el hecho de que 17.883 estudiantes, el 33,57% los inscritos para aquel momento, poseían teléfono móvil o celular, como se le conoce en Venezuela, con la capacidad de recibir y enviar mensajes de texto y apenas el 1.69%, 899 estudiantes, lo poseían con conexión a Internet. Aunque esta realidad con seguridad ha cambiado positivamente como veremos en próximos escritos, aquellos resultados ya permitían avizorar el enorme potencial que puede tener el uso de los teléfonos móviles como apoyo a los procesos de formación en una universidad como la UNA, que utiliza la modalidad de estudios a distancia, que se rige por los principios de Masificación y Democratización de la Educación y que cuenta con una población estudiantil con las características sociales antes mencionadas.

El informe de resultados del estudio que he venido comentado concluye con el siguiente texto de Juan CarlosTedesco, escrito en el año 2000, pero siempre vigente:

“Los resultados educativos dependen de ciertos factores de educabilidad, asociados a condiciones materiales de vida y origen social de los alumnos. En consecuencia, es necesario considerar que si bien la educación es un factor de equidad social, ciertos niveles básicos de equidad social son necesarios para que sea posible educar con posibilidades de éxito”.

En un próximo trabajo escribiré sobre experiencias de uso de los móviles para apoyar procesos educativos, es lo que se conoce como m-learning. Focalizaré la atención en los procesos educativos masivos que es el tema que se atiende en este blog.