martes, 7 de julio de 2015

¿HAS OÍDO HABLAR DE LA WEB PROFUNDA? OTRA TAREA DEL MOOC

En mi entrada anterior les compartí los resultados de una tarea asignada en el módulo 5 de un MOOC que estoy cursando y que trata sobre búsquedas en la web. En esta oportunidad les comparto otra tarea que, si bien corresponde al módulo 4, fue ahora cuando la pude resolver. Esa flexibilidad en el manejo de la evaluación de buena parte de los MOOCS es una de las posibilidades que más me gusta. A continuación, los requerimientos de la tarea: evidenciar lo aprendido sobre la caracterización de la Web Superficial y la Web Profunda, socializándolo en una entrada en su blog.

Acá les va mi tarea.

Hablar de la Web es común entre quienes manejan las TIC; sin embargo, para la gran mayoría hay una sola Web: la que leemos, vemos y escuchamos, llamada por algunos superficial. Se suele desconocer que existe “otra Web”, conocida como profunda o invisible que, según distintos autores, representa el 96% de toda la información disponible en la Web.

La primera vez que escuché hablar de ese término no me convenció mucho, apliqué una de mis estrategias preferidas para abordar lo desconocido: preguntarme primero qué es y no cómo o para qué propósitos se usa, a la manera de Chomsky, de quien les hablaré más adelante. Para ello revisé algunos conceptos de estructura profunda, particularmente en un denso trabajo al respecto de Alejandro Tomasini, de la UNAM de México, que paso a comentarles muy brevemente.

Chomsky, lingüista y psicólogo, estuvo interesado en los procesos de generación del lenguaje, se refería a un sistema internalizado de reglas que el hablante maneja inconscientemente y que explica la operación de su lenguaje. La metáfora para la estructura profunda en su programa es la que está “debajo”.

Rusell, matemático y filósofo, se motivó por el abordaje lógico y epistemológico, decía que el lenguaje tenía enigmas y paradojas que, para ser resueltas, se debían estudiar desde otro lenguaje que para él era la lógica. La lógica permitía poner al descubierto proposiciones implicadas o encubiertas. La metáfora para la estructura profunda en su programa es la que está “en el interior de”.

Wittgenstein, filósofo, matemático, lingüista y lógico, señalaba que el lenguaje es complejo, que hay enigmas que subyacen a la explicación de su funcionamiento, un sistema de regulaciones no explícitas, no perceptibles directamente, pero que pueden ser “inspeccionables”, pues forman parte del lenguaje en uso. Para realizar la inspección, no se sale del lenguaje natural, no recurre ni a hipótesis ni a la lógica, sino al desmontaje del marco o trama de relaciones entre las proposiciones que integran nociones como conocer, dudar, tener certeza. Para este autor no hay lenguaje privado, cualquier hablante puede acceder y rastrear la estructura profunda una vez que aprenda a traspasar sus límites, sus fronteras. No se trata entonces de algo que está “debajo”, tampoco que está “en el interior de”, sino de algo que “es necesario comprender”. Señala el referido Alejandro Tomasini que las dos primeras expresiones son equívocas.

A continuación se presenta la imagen más común que se utiliza en la Web para ilustrar la llamada Web profunda. Nótese que es claramente chomskyana y ruselliana, por lo de “debajo de” y “en el interior de”, y wittgensteiniana por la noción de límites o fronteras que pueden ser traspasados.


Ahora bien, ¿qué derivé de esta lectura y del estudio de los materiales del MOOC? 

  • Validé mi postura referida a que llamar a esa “otra Web” profunda o invisible no parecía muy acertado, pues, a mi criterio no es ni profunda, ni invisible, no “está debajo”, ni “dentro de”, sin embargo, hasta ese momento no tenía mejor opción para denominarla.
  • Encontré en los materiales del MOOC la opinión de Lluis Codina que me resolvió el problema, el señala que la “Internet invisible es un nombre claramente inadecuado para referirse al sector de sitios y de páginas web que no pueden indizar los motores de búsqueda de uso público. Debería denominarse, en realidad, la web "no indizable", lo cual es un término mucho más adecuado”.
  • Aprendí que la información es invisible sólo a los robots de los buscadores conocidos, pues no está indizada por éstos, sus URL no son fijas, se construyen en el mismo instante, son temporales y desaparecen una vez hecha la consulta. Esa característica hace que la web no indizada se preste para lamentables actos ilegales como la trata de personas, pornografía infantil, negocios turbios que prefiero no comentar, visualización de imágenes crudas producto de delitos y accidentes, por lo que también la denominan la Web oscura. Hasta ahora eso era lo único que conocía de la llamada Web profunda.
  • En los materiales del MOOC tomé contacto con Sherman y Price, quienes identifican cuatro tipos de contenidos invisibles en la Web: la Web opaca (the opaque Web), la Web privada (the private Web), la Web propietaria (the proprietary Web) y la Web realmente invisible (the truly invisible Web).
  • Aprendí también que existe un extenso y valioso material no indizado, a continuación  les comparto algunos sitios muy interesantes que alcancé a revisar:
    • www.DeepWebTech.com ofrece cinco motores de búsqueda para temas específicos que abarcan la ciencia, medicina y negocios.
    • www.techxtra.ac.uk centra su información, en ingeniería, matemáticas e informática. Contiene revistas gratuitas especializadas de ingeniería, documentos técnicos, descargas y podcasts.

Los invito a continuar profundizando en este interesante tema.

jueves, 2 de julio de 2015

BÚSQUEDA AVANZADA EN GOOGLE ACADÉMICO. UNA TAREA PARA UN MOOC

Hace un tiempo les comenté que me iniciaría en los MOOC (cursos masivos en línea y  en abierto) para poder opinar sobre estos a partir de la experiencia vivida y no “hablar acerca de estos” como hacen muchos colegas. Próximamente escribiré al respecto.

En esta oportunidad les comparto los resultados de una tarea asignada en un MOOC que estoy cursando y que trata sobre búsquedas en la web. A continuación, los requerimientos de la tarea:
  1. Escribir una pregunta espontánea vinculada a sus intereses profesionales, tal como se la formularíamos a una persona.
  2. Traducirla a los distintos tipos de palabras clave (de campo temático, de problema específico y de referencias autorales).
  3. Realizar algunos intentos de búsqueda en el Google AcadémicoIntentar también con la búsqueda en títulos, reiterando la búsqueda en sucesivas oportunidades con diferentes cambios, hasta obtener un buen resultado. Tomar nota de los diferentes resultados.
  4. Desarrollar y compartir una entrada en su blog que relate la experiencia de búsqueda y los resultados parciales obtenidos en cada paso realizado.
Y ahora, el relato de mi experiencia:

1. Mi primera pregunta fue la siguiente: ¿Cuáles son las aplicaciones de la Web 2.0 en la producción de materiales instruccionales para la educación a distancia? Al principio se tiende a colocar en los campos respectivos tantas palabras como tiene la pregunta, quizás guiados por un pensamiento mágico que espera que la web te responda de un tiro. Al extender demasiado los términos de la búsqueda, ésta no arrojó ningún resultado tal y como había sido pronosticado en el material de estudio. Como primera recomendación seguí la de ampliar el período de tiempo de la búsqueda, pero el resultado fue el mismo: parecía que por allí no iba el refinamiento del proceso.

2. Reduje las palabras buscadas, dejé abierto el campo autor, y la búsqueda me arrojó ¡¡¡1300 registros!!! Fue muy grato para mí encontrar entre los resultados de la búsqueda muchas referencias a trabajos de colegas de mi universidad, la Universidad Nacional Abierta de Venezuela (UNA), incluso una referencia a un trabajo mío titulado Apuntes para resignificar la educación a distancia publicado en la revista RIED (2011) en el que sobre el tema de interés profesional que me ocupa en la búsqueda expresé que “…al modelo de producción y distribución de materiales instruccionales conocido como el modelo de comunicación de masas, se tendrían que integrar procesos colectivos de producción y actualización de contenidos educativos en los que confluyen nuevos actores que tradicionalmente habían sido considerados consumidores de contenido, como los profesores de la periferia/sedes locales y los propios estudiantes que podrían actuar como coautores.”

La búsqueda me permitió percatarme de dos cuestiones: 1) que la expresión “material instruccional” es muy local de la universidad a la que pertenezco, por lo que tal vez se podría utilizar otra de uso más generalizado y 2) que lo que me interesaba en verdad no era la web 2.0 per se ni sus servicios, sino su lógica de cooperación, participación, coconstrucción de significados y comunicación policéntrica, así que refiné mi búsqueda cambiando los términos hacia “producción colaborativa de recursos educativos”, nuevamente sin identificar autor, y aunque obtuve un solo artículo, este sí estaba en la onda de lo que buscaba.

El trabajo en cuestión, escrito por Medina, Rubio y Anido (2006) de la Universidad de Rosario en Argentina, se titula El taller de producción de material didáctico: una experiencia de producción colaborativa, y asume como palabras claves: formación de profesores y producción colaborativa de materiales didácticos. Reseña una estrategia desarrollada para resolver conjuntamente otro de los problemas, históricamente más difíciles en carreras en las que se asigna a la Matemática un carácter instrumental: la “integración de los profesores de distintas áreas en un trabajo de investigación colaborativa” cuyo objetivo específico es el análisis y elaboración de materiales didácticos”, y entre otras conclusiones señala que: “…el mayor logro ha sido en el terreno de lo humano y social. Los trabajos realizados han permitido una valoración mutua entre docentes de distintas asignaturas o áreas y su integración a una investigación y producción colaborativa”. L@s invito a revisar este trabajo.

Mi conclusión sobre esta tarea es que mientras se adquiere maestría en el procedimiento de búsqueda avanzada, que a mi juicio es más heurístico que algorítmico y, por ende, implica mucho de metacognición, es necesario problematizar los hallazgos, replantear cuantas veces sea necesario los términos de la búsqueda, persistir y tener mucha paciencia, es decir, esto de las búsquedas avanzadas es ciencia, pero también es arte…

Hasta una próxima entrada.