En mi reciente viaje a Moscú y San Peterburgo en marzo de este año (¡¡qué frío!!), utilicé las distintas líneas del metro de estas ciudades unas cuatro veces diarias durante una semana. Pude observar que buena parte de los usuarios hacía su recorrido leyendo revistas, periódicos, libros, catálogos... El hábito lector de los ciudadanos rusos se debe, por una parte, a la dilatada tradición literaria de Rusia, en la que destacan escritores como Tolstoi, Dostoyevski, Chéjov, Gorki, Mayakovski y el poeta Alexander Pushkin, favorito entre viejas y nuevas generaciones, y por la otra, al resultado de los procesos de masificación emprendidos durante la ex Unión Soviética, referente hacia el que hay que mirar para comprender y dimensionar los modos de hacer y los alcances de los procesos de masificación en los distintos ámbitos como la formación científica y artística, el deporte, la arquitectua y otros, los cuales han tenido un gran impacto en la Rusia actual. Éste es un tema que estoy investigando y acerca del cual escribiré próximamente.
En mis recorridos en el metro ruso noté que en cada vagón buena parte de los pasajeros iba leyendo algún texto impreso, y al menos una o dos personas lo hacían utilizando un e-reader. Sin pretender la formalidad de una investigación concluyente, podría tomarse esta observación como un indicador del auge que están adquiriendo estos dispositivos cuando el objetivo es leer con fines recreativos, informativos o de estudio. Muchos artículos de prensa reseñan cómo han ganado terreno los e-readers entre la población rusa, la cual ya posee el hábito lector. En el caso de la sociedad rusa, el orden cronológico ha sido el siguiente: primero la instauración masiva del hábito lector y luego la incorporación de las tecnologías para leer textos digitalizados. En el caso de nuestra sociedad podríamos plantearnos ensayar una ruta diferente, es decir:
¿Por qué no utilizar los e-readers simultáneamente con los procesos de masificación de la lectura que se tienen previstos en el marco de las políticas del Estado venezolano?
Al respecto se destaca el Plan Nacional de Lectura (2002-2012) "Todos por la lectura", para el cual los e-readers se presentan como una solución tecnológica portable, incluyente y ecológica (ver entrada del 26 de octubre de 2010).
En esta foto de un vagón del metro de Moscú se aprecian tres personas leyendo, y en primer plano un pasajero con un e-reader en sus manos (fotografía tomada del periódico “Rusia Hoy”, 01-03-2011).