Como prometí en la entrada anterior, acá les presento mi ponencia en el Foro de las Jornadas de Investigación de la UNA, V del Área de Educación y I del Área de Ingeniería.
Caracas,
15 de noviembre de 2012
Cierto
gobierno de un pequeño país de África, con condiciones socioeconómicas
deprimidas, en el que su población se encuentra dispersa debido a numerosos accidentes
geográficos, ha decidido ofrecer un programa a distancia para brindar una
urgente educación en temas de salud entre sus habitantes, cuyo nivel educativo
escasamente alcanza el bachillerato. Un organismo internacional realiza un
llamado para reclutar expertos en Educación a Distancia (EAD) que apoyen a ese
gobierno en el desarrollo de la tarea. En la entrevista a los expertos, uno de
ellos dice: ¡Internet es la mejor opción! ¿Qué creen ustedes que respondería un
experto de la UNA?
La
situación descrita me sirve por una parte, para contextualizar desde dónde les
compartiré mi visión muy personal en torno a la relación investigación, EAD y TIC,
y, por la otra, para problematizar el tema que, según interpreté, es lo que se quería
de nuestra participación en el día de hoy.
- A MANERA DE PREMISAS EN CUANTO AL USO DE LAS TIC EN LA EAD. EL PAPEL DE LA INVESTIGACIÓN
1. Provengo de una escuela de
diseñadores educativos, la UNA, en la que aprendí que el uso de las TIC, tanto
como el de las tecnologías tradicionales conocidas como legacy technologies, que continúan
demostrando su pertinencia bajo determinadas situaciones contextuales,
se determina a partir de un cuidadoso proceso de análisis situacional que conduce
a definir el abordaje más apropiado luego de considerar las condiciones del
contexto de aplicación, las teorías de base, los resultados de investigaciones
precedentes y las nuevas realidades que presionan por respuestas.
2. En la escuela de donde provengo
también aprendí que, en vista de que el mayor desafío de la EAD es llegarle a las poblaciones para las que se originó esta
modalidad educativa, aquellas que fueron tradicionalmente excluidas del sistema
educativo, la postura en relación con el uso de la tecnología bebe ser
incluyente, como incluyente es la filosofía misma que sustenta a esta modalidad
educativa. Es así como me adhiero al criterio de medios múltiples (UNA, 1977).
Una
y otra premisa me sirven de base para compartirles mi visión muy personal sobre
el tema “la investigación para el uso de las TIC en la EAD”, como lo expresa el
lema de estas Jornadas.
A
mi manera de ver, la resolución de la ecuación que representa la relación investigación,
TIC y EAD, se inspira en una postura epistemológica definida como contingencia, según la cual se deben considerar
las características específicas de la situación para aplicar el paradigma más
apropiado (Mari y Mollá, 2001). El conocimiento de la situación misma, tanto
como la brecha entre ella y la toma de decisiones se alcanza con investigación.
Como también se alcanza con investigación el análisis del decurso de las
decisiones tomadas en el momento de diseño y los resultados e impactos de esas
decisiones educativas toda vez que han sido tomadas. No en balde modelos muy
reconocidos de diseño académico incorporan uno o varios momentos de
investigación a lo largo del ciclo y esto lo aprendí en otra escuela, la de mis
estudios Doctorales, que de alguna manera convalidaron lo que aprendí en la mía.
El
proceso seguido hasta llegar a la decisión pasa, además, por la consideración
de las especificaciones que pauta la teoría y los resultados de investigaciones
precedentes, lo que lleva a expresar que en esta dinámica de investigación,
típicamente educativa, se busca vincular el mundo de la teoría con el mundo
real y valorar esas vinculaciones por su interés social y su utilidad (así lo
expresa Keeves, 1997, c.p. Mari Mollá, 2001).
Por
si fuera poco, nuevas realidades que impactan el mundo socio-educativo tales
como globalización, preservación del ambiente, cuestiones de género, reconocimiento
amplio de minorías y de personas con alguna discapacidad, empujan hacia cambios
en la percepción de los hechos y en los modos de abordarlos.
Con
todo lo anteriormente expuesto en cuanto a la consideración de la situación, de
la teoría, de los resultados de las investigaciones precedentes y de las
realidades emergentes, quiero expresar que la relación entre estos factores y la
recomendación aplicable no es ni directa, ni abrupta, ni mucho menos sencilla. De
allí la necesidad de que las decisiones sobre el uso te tecnología, fíjense que
nuevamente uso tecnología y no sólo TIC, se fundamenten en la investigación. Y
es la práctica de la investigación para esa toma de decisiones la que, a mi
juicio, hace la diferencia entre quienes promueven el uso de los medios
tecnológicos por el medio en sí mismo, tan cercano a lo que se conoce como
“espejismo tecnológico” y quienes, partiendo de la investigación, los utilizan
concienzudamente y plantean una integración orgánica de los mismos en la gestión
educativa.
Entonces
cabe la pregunta ¿Pero cuál investigación?
Son
varias las rutas a seguir para dar respuesta a las interrogantes típicas que se
nos plantean a los diseñadores educativos en la dinámica de generar una
recomendación a partir del conjunto de factores de la ecuación anteriormente mencionados.
Así,
para las interrogantes: ¿Cuáles son las características de la situación? ¿Qué
teorías aplican? ¿Qué tendencias marcan las prácticas actuales y las futuras? Se
nos presenta la Investigación Analítica con su Análisis Situacional.
Para
las interrogantes: ¿Cómo se han desarrollado las decisiones tomadas? ¿Qué
resultados se alcanzaron? ¿Qué impactos se encontraron y cuáles se esperan
encontrar? Se tiene a la Investigación Evaluativa.
Sobre el Análisis Situacional
En
el 2004 definí el Análisis Situacional como “un proceso en el que lo central consiste
en determinar si los atributos de una decisión que se pretende tomar
corresponden al estatus de ciertos factores del contexto en el que se aplicará
esa decisión” (Tancredi, 2004). La información obtenida de esa manera
contribuirá a determinar la pertinencia y viabilidad de la decisión. Continúo
señalando en el texto que el análisis situacional sigue el curso de una
investigación de tipo analítico (Hurtado,
2000) definida como un procesamiento reflexivo y crítico de distintos tipos de
fuentes: las documentales, o bien los hechos que ocurren en el trascurso de la
investigación, obtenidos por el diseñador en el campo.
Así,
en los momentos iniciales del ciclo de puesta en práctica de una determinada
tecnología, TIC incluidas, al diseñador le corresponde asumir el papel de
investigador y de esa forma trascender una postura de adopción de tecnología
caracterizada por su descontextualización y falta de crítica. Continúo
avanzando en mi obra y señalo que el análisis situacional se desarrolla por
niveles que conducen a la obtención de un conjunto de datos que facilitan la
toma de decisiones. Niveles por los que se va transitando desde una
aproximación “gruesa” al asunto pasando por sucesivos refinamientos.
En
el texto me apoyo en una serie de interrogantes de investigación adaptada de
Boling y Frick (1997, c.p. Tancredi, 2004). Para un primer nivel de análisis,
algunas de ellas serían las siguientes:
- ¿Qué problema estoy tratando de resolver? La interrogante crucial a mi manera de ver.
- ¿Qué tecnologías y medios existen para resolver ese problema?
- ¿De qué manera se beneficiarían los estudiantes de un sistema de EAD con cada uno de ellos?
- ¿De qué manera cada una de ellas permitiría hacer las cosas de modo diferente a como se venían trabajando?
- ¿Cuánto acceso se tiene a cada una de las posibilidades?
- Si no se tiene ¿Se dispone de alguna estrategia de desarrollo que correría de manera paralela para proveer las condiciones requeridas en la aplicación de algún tipo de tecnología?
En
un segundo nivel de análisis, ya tomada la decisión, hay que plantearse una
nueva interrogante de investigación: ¿En qué condiciones se va a utilizar la
tecnología seleccionada? Y derivadas de ésta: ¿Cómo? ¿Con qué funciones?
¿Cuándo?
Un
interesante ejemplo de análisis situacional para determinar el tipo de
tecnología para la EAD, focalizado en el nivel de la instrucción, lo constituye
el modelo ACTIONS de Tony Bates (1999) (Access, Cost, Teaching Functions,
Interactivity and User-friendliness, Organizational issues, Novelty, Speed),
conocido en español por su sigla ACEICNR que indica para cada inicial de la
sigla una interrogante clave:
- ACCESO ¿Qué tan accesible es una tecnología particular para los estudiantes?
- COSTOS ¿Cuál es la estructura de costos de dicha tecnología?
- ENSEÑANZA (FUNCIONES) ¿Cuáles son las mejores aplicaciones de esta tecnología en la enseñanza?
- Interactividad y aceptación por parte del usurario ¿Qué tan fácil es usarla?
- CUESTIONES DE ORGANIZACIÓN ¿Qué cambios se necesita hacer en la organización?
- Novedad ¿Qué tan nueva es la tecnología?
- RAPIDEZ ¿Qué tan rápido podemos montarnos en esta tecnología?
La
investigación analítica que se realiza en esta fase del proceso lleva a que, como
lo indica Tony Bates, “la elección apropiada y el uso de las tecnologías
dependan del contexto particular en que éstas se apliquen” (Bates, 1999).
Hasta
aquí, podemos apreciar cómo la práctica de la investigación orienta el “antes”
de la selección de la o las tecnologías, pero la investigación también orienta
el análisis y valoración de su “durante”, su “después” y su “más allá”. Y así
entramos en los predios de la investigación evaluativa.
SOBRE
LA INVESTIGACIÓN EVALUATIVA
Otra
posibilidad de investigación para el uso de las TIC en EAD la constituye la
investigación evaluativa. Ésta ha sido
definida como un tipo especial de investigación aplicada que pone el énfasis,
más que en la generación de conocimiento, en la utilidad de los resultados que
genera como información que permite validar o reorientar las decisiones a las
que se llegó en el momento de diseño (Suchman, 1967, c.p. Correa y otros, 1996).
Como en otras
investigaciones, la investigación evaluativa que se aplica en el campo del uso
de las TIC en la EAD, utiliza toda la gama de herramientas para recabar
información: entrevistas, cuestionarios, tests, inventarios, observación, análisis
del contenido de documentos y registros y expedientes, entre otros, sólo que las
ponen al servicio de determinar qué tan buenos han sido los resultados y los efectos
de las decisiones que se tomaron en el momento de diseño.
Según, Carol
Weiss (c.p. Correa y otros, 1999), la investigación evaluativa debe estar orientada
hacia uno o más de estos propósitos:
- Continuar
o descontinuar el programa o proyecto (el que supuso la implementación de
la(s) tecnología(s)), como por ejemplo cuando se determina que hay que
retirar el uso de una tecnología que inicialmente se planificó con
carácter obligatorio.
- Tratar
de mejorar su funcionamiento.
- Agregar
o suprimir alguna de sus partes, como cuando se implementó por primera vez
la inscripción en línea en la UNA y por diferentes razones se tuvo que permitir
también la inscripción manual.
- Establecer
programas similares en otros lugares.
- Redistribuir
los recursos según los resultados de programas alternativos.
- Aceptar
o rechazar algún enfoque o teoría en la cual esté basado el programa.
A estos
propósitos yo agregaría, el de documentar los resultados de la experiencia por
el valor que tienen en sí mismos para generar una espiral de investigación en
tecnologías y medios, TIC incluídas, en la EAD.
En
síntesis, la investigación evaluativa nos permite abordar el resto de
interrogantes típicas que se nos plantean a los diseñadores educativos sobre la
valoración del uso de las TIC en la EAD:
- ¿Cómo se han desarrollado las decisiones tomadas como resultado del análisis situacional?
- ¿Qué resultados se alcanzaron?
- ¿Qué impactos se encontraron y cuáles se esperaba encontrar?
- Ejercicio para determinar el espectro de posibilidades en el ámbito de la investigación, las TIC y la EAD
Para
finalizar, quisiera dejar en la mesa nuevos elementos para ampliar el foco en torno
al tema que nos ocupó en esta Jornada: investigación y TIC en la EAD. La novedad
reside en que se me ocurrió vincular los mismos factores pero con el uso de
otras “preposiciones”. Me explico, el lema que nos convocó a estas jornadas fue
el siguiente: “En
la senda de la investigación para el
uso de las TIC en la EAD”, en la que se hizo uso de la preposición para con la finalidad de delimitar el alcance de la temática
por tratar. Si quisiéramos ir en extenso en la misma, pudiéramos pensar en
vincular los factores con otras preposiciones. Veamos algunos interesantes
ejercicios:
- “En la senda de la investigación en el uso de las TIC en la EAD”. Bajo este lema tendrían cabida investigaciones descriptivas que den cuenta de las condiciones en las que se han venido utilizando las TIC en esta modalidad educativa, presentadas por edades, fechas, países, estratos socioeconómicos, sexo, por medio de censos, memorias, estados del arte y los conocidos rankings. Este es el caso de un trabajo que realicé con el equipo de la OPEI en el año 2004 que denominamos Encuesta Nacional de las Capacidades tecnológicas de los estudiantes de la UNA.
- “En la senda de la investigación sobre el uso de las TIC en la EAD”. Bajo el lema expresado de esta manera tendrían cabida las investigaciones analítico críticas dirigidas a desmenuzar las nuevas realidades, desafíos, consecuencias, que plantean el uso de las TIC en esta modalidad educativa. Cabrían aquí, por ejemplo, las investigaciones que vienen realizando los sociólogos de la comunicación sobre el fenómeno de las redes sociales y de los mundos paralelos, que si bien han contribuido a que las experiencias de aprendizaje se tornen apasionantes y altamente enriquecedoras, no es menos cierto, según lo señalan los investigadores, que contribuyen con la proliferación de seres “cuasianónimos”, desconectados del mundo real, muy cerca del que está lejos y muy distantes del que está cerca.
- “En la senda de la investigación hasta o hacia el uso de las TIC en la EAD”. En el primero de los casos estaríamos refiriéndonos a investigaciones históricas que estudiarían la situación antes de la irrupción de las TIC, tema éste que está suficientemente tratado en la literatura. En el segundo, a investigaciones en curso o prospectivas. Sería Interesante investigar, en torno a los alcances bien de nuevas tecnologías en pleno desarrollo como la realidad aumentada y las impresoras tridimensionales, o bien en tecnologías desarrolladas pero con escasas aplicaciones en la educación a distancia, como por ejemplo el tema de los e-readers, tradicionalmente utilizados en el mundo de las grandes editoriales y cadenas de periódicos, tema que vengo investigando desde el año 2009.
- “En la senda de la investigación con el uso de las TIC en la EAD”. Lema bajo el cual tendrían cabida las investigaciones en el ámbito socioeducativo que se sirven de las TIC para realizar un trabajo colaborativo entre los investigadores, vistos estos como una entramada red de personas que comparten preocupaciones comunes. Este particular tipo de investigación se inspira en la filosofía del modelo Grid de investigación distribuida, que supone el manejo de información cuantiosa y diversa, aportada desde las múltiples perspectivas de los investigadores, ubicados en diferentes regiones (caso investigación del genoma humano), que tiene un enorme potencial para generar grandes impactos sociales por su posibilidad de trascender las fronteras de la localidad donde residen los investigadores y al mismo tiempo integrarlos en una tarea común. Al respecto destaco que, dado el carácter nacional de la UNA, ella podría acometer proyectos de investigación colaborativos de alcance nacional. Durante un semestre se podría realizar un levantamiento de información sobre las dificultades de aprendizaje de los niños en determinada edad escolar, por ejemplo, y por medio de las TIC, registrar y compilar la data, generar estadísticas y elaborar un informe de manera colaborativa utilizando la herramienta wiki.
Como
pueden apreciar, el ejercicio realizado para definir el espectro de dimensiones
de la relación entre investigación y TIC en EAD variando las “preposiciones”
que los vinculan, plantea a los colegas investigadores un amplio menú de
posibilidades y de oportunidades para investigar en el área de las TIC y la EAD.
Amigos, la mesa está servida.
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REFERENCIAS
Bates, A. (1999). La tecnología en la enseñanza abierta y la
educación a distancia. México: Trillas.
Correa, S., Puerta, A. y Restrepo, B.
(1996). Investigación Evaluativa. Bogotá: Instituto Colombiano para el
Fomento de la educación Superior, ICFES.
Hurtado de Barrera, J. (2000). Metodología
de la Investigación Holística.
(3era edición). Caracas: Instituto
Universitario de Tecnología Caripito; Fundación Sypal.
Mari y Mollá, R. (2001). Diagnóstico Pedagógico. Un modelo para la
intervención
psicopedagógica. Barcelona: Ariel Educación.
Tancredi, B.
(2004). Cursos Basados en la Web.
Principios Teórico-Prácticos para la elaboración de cursos. México: Trillas.
Tancredi B. y
Martínez, J. (2004). 1° Encuesta
Nacional de Capacidades Tecnológicas de los Estudiantes de la UNA. Los
Estudiantes y su realidad. Caracas: Universidad Nacional Abierta. Disponible en:
|
Te comento que en la UTEL, universidad donde estoy estudiando, también otorgan beca. Y cuenta con una gran variedad de Licenciaturas, como es completamente en línea puedes trabajar y estudiar. Te invito a que visites la página web: http://www.utel.edu.mx/
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