martes, 29 de mayo de 2012

¿Y QUIÉN EVALÚA AL EVALUADOR?


El día martes 22 de mayo de 2012 asistí a la sede de la Universidad Bolivariana en Caracas a una jornada de trabajo convocada por el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria de Venezuela (MPPEU), dirigida a presentar y discutir el documento/propuesta Sistema de Evaluación, Supervisión y Acreditación Universitaria (SESA). Presumo que fui invitada en razón de que durante cuatro años continuos, hasta el año 2007, ocupé la posición de Directora de la Oficina de Planificación y Evaluación Institucional (OPEI) en la Universidad Nacional Abierta (UNA). Extrañé que no se invitara al Dr. Alberto Núñez, actual Director de la OPEI de la UNA, tomando en consideración que la universidad cuenta con el componente de evaluación institucional desde sus orígenes; tampoco vi a colegas de otras universidades que tienen tradición en la aplicación de programas de evaluación institucional. Hubiera sido deseable que a un evento de evaluación institucional se invitara a miembros de la Comisión Permanente de Directores de Planificación, coordinada por la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU).

Como ya es costumbre, la actividad convocada para las 8 a.m. comenzó dos horas después, durante las cuales nos distrajeron con una comida digna de una recepción diplomática. Después de unas palabras de introducción a cargo de la Ministra, el documento/propuesta fue presentado por el Prof. Ovidio Charles de la Universidad de Carabobo, quien en la actualidad ocupa el cargo de Coordinador del Comité de Evaluación y Acreditación de Programas e Instituciones de Educación Universitaria (CEAPIES) en el MPPEU. El colega nos hizo una presentación elocuente del mismo, que nos permitió a los miembros de la audiencia tener una visión de conjunto del documento, así como de las posturas de base de sus elaboradores.

Acto seguido, un nutrido grupo de miembros de la audiencia intervino para felicitar la oratoria del expositor y realizar una serie de observaciones y recomendaciones al documento. Llamó mi atención que buena parte de ellos antecedía su intervención informando que desconocía el tema de la evaluación institucional. Al respecto, es importante destacar que la evaluación institucional es un área de especialización de la evaluación educativa que es evadida hasta por los mismos profesionales de la evaluación, debido a su complejidad y a que cuenta con un corpus de conocimientos extenso y polémico. Según los presentantes del documento, las observaciones y recomendaciones serán estudiadas e integradas a una nueva versión del mismo, que prometieron entregarnos próximamente.

Algunos de los participantes, entre los que me encuentro, no tuvimos acceso al documento antes de la sesión de trabajo, sino que nos fue provisto diligentemente en el interín de la jornada. Una vez estudiado, me permito asomar dos consideraciones al respecto.

1.    A juzgar por la gran mayoría de los componentes estructurales del documento, a saber: Introducción, Bases legales, Justificación, Dificultades para desarrollar el Sistema de Evaluación, Antecedentes, Principios o Directrices del Sistema, Conceptualización y Marco Teórico del Sistema (en el que se dedicó un enorme espacio al tema de la calidad), considero que el documento/propuesta constituye un ejercicio que se corresponde con la fase de desarrollo de un sistema conocida como inteligencia, dirigida a construir una imagen de la situación problema. Sin embargo, luego de la lectura del documento/propuesta no logro visualizar el sistema mismo, lo que se correspondería con la fase de diseño. Integradas las valiosas observaciones y recomendaciones que se formularon en la jornada de trabajo, en una siguiente fase se debería avanzar en el modelado, descripción y representación de ese sistema, en el que deberían quedar claramente explícitos aspectos tales como: ambiente, suprasistema, sistema, subsistemas, redes de relaciones entre ellos (se nombran tres subsistemas en el documento/propuesta: el de evaluación, sobre el cual se extiende el texto, el de acreditación, que se comenta muy brevemente, y el de supervisión, sobre el que no se habla nada), perspectiva o marco de significados, objetivos, beneficiarios o víctimas, actores, procesos de transformación y de apoyo, restricciones. Tampoco vi reflejado en ninguna parte del documento/propuesta la recursividad del sistema, de la que tanto se nos habló en la presentación. El Sistema de Evaluación, Supervisión y Acreditación Universitaria (SESA) tipifica, a mi juicio, como un sistema blando de actividad humana, o de actividad intencionada, como también se le conoce, por lo que sería de gran utilidad revisar los enfoques disponibles para modelar este particular tipo de sistemas.

Llama mi atención que la falta de consolidación de una cultura y práctica de la evaluación institucional se atribuya en el documento/propuesta al carácter profundamente complejo, desarticulado y alejado del equilibrio del Sistema de Educación Superior (llamado Subsistema de Educación Universitaria en la Ley Orgánica de Educación LOE, 2009), pues, hasta donde conozco, dicho sistema todavía no ha sido modelado. Buen momento éste para recordar el Proyecto SETI de búsqueda de vida extraterrestre, pues antes de iniciar la búsqueda, los científicos tuvieron que definir primero el concepto de “vida”, para saber con qué clase de bicho se podrían tropezar. En otras palabras, hay que empezar por “el empezando”.

2.    No logro ver el carácter revolucionario del documento/propuesta, ni en el sentido de la palabra “revolucionario” como algo novedoso, ni en el sentido de incorporar categorías manejadas actualmente como son democracia participativa y protagónica, contraloría social, carácter incluyente, diálogo de saberes, etcétera, pues el documento/propuesta replica el mismo formato de otras propuestas de evaluación que plantean un único modelo de abordaje y una relación evaluativa unidireccional entre el ente evaluador –el MPPEU- y el objeto a evaluar -las instituciones de educación universitaria-. No desconozco las responsabilidades del MPPEU derivadas de la concepción del Estado Docente, ni las facultades derivadas de la condición de órgano rector de las políticas universitarias que el marco jurídico le provee al MPPEU; sin embargo, no dejo de plantearme una pregunta que me he formulado desde hace muchos años: ¿Y quién evalúa al evaluador? ¿es que acaso el MPPEU no es también una institución y, por lo tanto, debe ser objeto de evaluación y no sólo sujeto de la misma? ¿Por qué no puede, por ejemplo, un estudiante evaluar la gestión de un ministro/ministra o de los viceministros/viceministras? ¡Esto sí sería una verdadera evaluación institucional participativa, incluyente y recíproca! Al respecto, véase la aseveración hecha en el documento/propuesta, referida al principio de Integralidad o Completitud, según el cual una evaluación que no considere todas las partes intervinientes no es evaluación, y supone un proceder injusto. ¿Cómo interpretar esto, como una autocontradicción del documento/propuesta o como un discurso puramente declarativo y no internalizado?

La reflexión en torno al asunto ¿quién evalúa al evaluador? siempre me acompañó durante mi gestión como Directora de la Oficina de Planificación y Evaluación Institucional (OPEI) en la Universidad Nacional Abierta. Le encontré cauce a partir de una disposición establecida en el Reglamento general de la Universidad, que desde sus orígenes, hace más de treinta años, estableció:

Artículo 125.- La opinión estudiantil será un elemento fundamental de evaluación institucional para la Universidad y ésta implementará procedimientos idóneos para consultarla.

Fue así como el personal de la OPEI integrado por el Ing. Virgilio Roa, el Lic. Oscar Cabello y la TSU Milagros Márquez, orientados por mi persona y por un buen amigo, el Dr. José Padrón, desarrolló un proyecto dirigido a utilizar las opiniones emitidas libremente por los estudiantes en el foro institucional en la web, como fuente para la evaluación institucional. Claro está, las categorías y dimensiones no eran predefinidas, sino que emergieron de un análisis cualitativo de las opiniones de los estudiantes. Esta vertiente complementaria de la evaluación institucional en la UNA se hizo posible a partir del uso de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC).

En la jornada de trabajo para presentar y discutir el documento/propuesta no escuché ni una sola palabra sobre cómo se integrarían las TIC en el sistema de evaluación presentado. Por ejemplo, las redes sociales como twitter y otras se podrían utilizar como una fuente de retroalimentación, inmediata y sin intermediación, de información valiosísima para una evaluación institucional oportuna, pues permiten cerrar el ciclo comunicacional de una manera rápida a partir de fuentes directas y masivas. Véase a este respecto el fenómeno de la comunicación de los ciudadanos con el presidente Chávez, que no sólo alcanza los 3 millones de seguidores, lo que lo hace el presidente más “twitteado” en Latinoamérica, sino que se ha organizado un equipo de trabajo destinado a procesar y canalizar la información que se le comunica. Demás está redundar sobre el potencial que tendría el uso de estos recursos para evaluar al evaluador, y para que el evaluador obtenga información directa y oportuna sobre cómo es valorado su accionar, y tome decisiones al respecto; porque aunque en el documento/propuesta se considera que tomar decisiones responde a una concepción instrumental de la evaluación, la verdad es que el MPPEU siempre tendrá que tomar decisiones acertadas y oportunas.

Para finalizar, y a propósito de la discusión sobre el tema de la calidad en la educación universitaria, me permito colocar un link a una conferencia que dicté en la ciudad de Loja, Ecuador, en abril de 2008, en el marco del II Encuentro del Consorcio Red de Educación a Distancia CREAD y el II Encuentro Virtual Educa Ecuador, cuando me desempeñaba como Consultora para el Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América latina y el Caribe IESALC, conferencia que denominé Polos en la Calidad de la Educación Superior a Distancia en América Latina. Una mirada desde el IESALC/UNESCO, y en la que diserté precisamente sobre la calidad como pertinencia social, tema que tanta extensión ocupa en el documento/propuesta Sistema de Evaluación, Supervisión y Acreditación Universitaria (SESA). Espero sea de utilidad. Ciao.


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