El día martes 22 de mayo de 2012 asistí
a la sede de la Universidad Bolivariana en Caracas a una jornada de trabajo convocada
por el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria de
Venezuela (MPPEU), dirigida a presentar y discutir el documento/propuesta Sistema de Evaluación, Supervisión y
Acreditación Universitaria (SESA). Presumo que fui invitada en razón de que
durante cuatro años continuos, hasta el año 2007, ocupé la posición de
Directora de la Oficina de Planificación y Evaluación Institucional (OPEI) en
la Universidad Nacional Abierta (UNA). Extrañé que no se invitara al Dr.
Alberto Núñez, actual Director de la OPEI de la UNA, tomando en consideración que
la universidad cuenta con el componente de evaluación institucional desde sus
orígenes; tampoco vi a colegas de otras universidades que tienen tradición en
la aplicación de programas de evaluación institucional. Hubiera sido deseable
que a un evento de evaluación institucional se invitara a miembros de la Comisión Permanente
de Directores de Planificación, coordinada por la Oficina de Planificación del
Sector Universitario (OPSU).
Como ya es costumbre, la actividad
convocada para las 8 a.m. comenzó dos horas después, durante las cuales nos
distrajeron con una comida digna de una recepción diplomática. Después de unas
palabras de introducción a cargo de la Ministra, el documento/propuesta fue presentado
por el Prof. Ovidio Charles de la Universidad de Carabobo, quien en la
actualidad ocupa el cargo de Coordinador del
Comité de Evaluación y Acreditación de Programas e Instituciones de Educación
Universitaria (CEAPIES) en el MPPEU. El colega nos hizo una
presentación elocuente del mismo, que nos permitió a los miembros de la
audiencia tener una visión de conjunto del documento, así como de las posturas
de base de sus elaboradores.
Acto seguido, un nutrido grupo de miembros
de la audiencia intervino para felicitar la oratoria del expositor y realizar
una serie de observaciones y recomendaciones al documento. Llamó mi atención que
buena parte de ellos antecedía su intervención informando que desconocía el
tema de la evaluación institucional. Al respecto, es importante destacar que la
evaluación institucional es un área de especialización de la evaluación
educativa que es evadida hasta por los mismos profesionales de la evaluación, debido
a su complejidad y a que cuenta con un corpus de conocimientos extenso y
polémico. Según los presentantes del documento, las observaciones y
recomendaciones serán estudiadas e integradas a una nueva versión del mismo, que
prometieron entregarnos próximamente.
Algunos de los participantes, entre
los que me encuentro, no tuvimos acceso al documento antes de la sesión de
trabajo, sino que nos fue provisto diligentemente en el interín de la jornada.
Una vez estudiado, me permito asomar dos consideraciones al respecto.
1.
A
juzgar por la gran mayoría de los componentes estructurales del documento, a
saber: Introducción, Bases legales, Justificación, Dificultades para
desarrollar el Sistema de Evaluación, Antecedentes, Principios o Directrices
del Sistema, Conceptualización y Marco Teórico del Sistema (en el que se dedicó
un enorme espacio al tema de la calidad), considero que el documento/propuesta constituye
un ejercicio que se corresponde con la fase de desarrollo de un sistema
conocida como inteligencia, dirigida
a construir una imagen de la situación problema. Sin embargo, luego de la lectura
del documento/propuesta no logro visualizar el sistema mismo, lo que se
correspondería con la fase de diseño.
Integradas las valiosas observaciones y recomendaciones que se formularon en la
jornada de trabajo, en una siguiente fase se debería avanzar en el modelado,
descripción y representación de ese sistema, en el que deberían quedar claramente
explícitos aspectos tales como: ambiente, suprasistema, sistema, subsistemas, redes
de relaciones entre ellos (se nombran tres subsistemas en el
documento/propuesta: el de evaluación,
sobre el cual se extiende el texto, el de acreditación,
que se comenta muy brevemente, y el de supervisión,
sobre el que no se habla nada), perspectiva o marco de significados, objetivos,
beneficiarios o víctimas, actores, procesos de transformación y de apoyo,
restricciones. Tampoco vi reflejado en ninguna parte del documento/propuesta
la recursividad del sistema, de la que tanto se nos habló en la
presentación. El Sistema de Evaluación,
Supervisión y Acreditación Universitaria (SESA) tipifica, a mi juicio, como
un sistema blando de actividad humana, o de actividad intencionada, como también se le conoce, por lo que
sería de gran utilidad revisar los enfoques disponibles para modelar este
particular tipo de sistemas.
Llama mi
atención que la falta de consolidación de una cultura y práctica de la evaluación
institucional se atribuya en el documento/propuesta al carácter profundamente
complejo, desarticulado y alejado del equilibrio del Sistema de Educación
Superior (llamado Subsistema de Educación Universitaria en la Ley Orgánica de Educación
LOE, 2009), pues, hasta donde conozco, dicho sistema todavía no ha sido
modelado. Buen momento éste para recordar el Proyecto SETI de búsqueda de vida
extraterrestre, pues antes de iniciar la búsqueda, los científicos tuvieron que
definir primero el concepto de “vida”, para saber con qué clase de bicho se
podrían tropezar. En otras palabras, hay que empezar por “el empezando”.
2.
No
logro ver el carácter revolucionario del documento/propuesta, ni en el sentido de la palabra “revolucionario”
como algo novedoso, ni en el sentido de incorporar categorías manejadas
actualmente como son democracia participativa y protagónica, contraloría social,
carácter incluyente, diálogo de saberes, etcétera, pues el documento/propuesta replica
el mismo formato de otras propuestas de evaluación que plantean un único modelo
de abordaje y una relación evaluativa unidireccional entre el ente
evaluador –el MPPEU- y el objeto a evaluar -las instituciones de educación
universitaria-. No desconozco las responsabilidades del MPPEU derivadas de la
concepción del Estado Docente, ni las facultades derivadas de la condición de
órgano rector de las políticas universitarias que el marco jurídico le provee al
MPPEU; sin embargo, no dejo de plantearme una pregunta que me he formulado
desde hace muchos años: ¿Y quién evalúa al evaluador? ¿es que acaso el
MPPEU no es también una institución y, por lo tanto, debe ser objeto de
evaluación y no sólo sujeto de la misma? ¿Por qué no puede, por ejemplo, un
estudiante evaluar la gestión de un ministro/ministra o de los viceministros/viceministras? ¡Esto sí sería una verdadera
evaluación institucional participativa, incluyente y recíproca! Al respecto, véase la aseveración
hecha en el documento/propuesta, referida al principio de Integralidad o
Completitud, según el cual una evaluación que no considere todas las partes
intervinientes no es evaluación, y supone un proceder injusto. ¿Cómo
interpretar esto, como una autocontradicción del documento/propuesta o como un
discurso puramente declarativo y no internalizado?
La reflexión en torno al asunto ¿quién
evalúa al evaluador? siempre me acompañó durante mi gestión como Directora
de la Oficina de Planificación y Evaluación Institucional (OPEI) en la
Universidad Nacional Abierta. Le encontré cauce a partir de una disposición
establecida en el Reglamento general de la Universidad, que desde sus orígenes,
hace más de treinta años, estableció:
Artículo 125.- La
opinión estudiantil será un elemento fundamental de evaluación institucional
para la Universidad y ésta implementará procedimientos idóneos para
consultarla.
Fue así como el personal de la OPEI
integrado por el Ing. Virgilio Roa, el Lic. Oscar Cabello y la TSU Milagros
Márquez, orientados por mi persona y por un buen amigo, el Dr. José Padrón, desarrolló
un proyecto dirigido a utilizar las opiniones emitidas libremente por los
estudiantes en el foro institucional en la web,
como fuente para la evaluación institucional. Claro está, las categorías y dimensiones
no eran predefinidas, sino que emergieron de un análisis cualitativo de las opiniones
de los estudiantes. Esta vertiente complementaria de la evaluación
institucional en la UNA se hizo posible a partir del uso de las tecnologías de
la información y de la comunicación (TIC).
En la jornada de trabajo para presentar
y discutir el documento/propuesta no escuché ni una sola palabra sobre cómo se
integrarían las TIC en el sistema de evaluación presentado. Por ejemplo, las
redes sociales como twitter y otras
se podrían utilizar como una fuente de retroalimentación, inmediata y sin
intermediación, de información valiosísima para una evaluación institucional oportuna,
pues permiten cerrar el ciclo comunicacional de una manera rápida a partir de
fuentes directas y masivas. Véase a este respecto el fenómeno de la
comunicación de los ciudadanos con el presidente Chávez, que no sólo alcanza los
3 millones de seguidores, lo que lo hace el presidente más “twitteado” en
Latinoamérica, sino que se ha organizado un equipo de trabajo destinado a
procesar y canalizar la información que se le comunica. Demás está redundar sobre
el potencial que tendría el uso de estos recursos para evaluar al evaluador,
y para que el evaluador obtenga información directa y oportuna sobre cómo es
valorado su accionar, y tome decisiones al respecto; porque aunque en el
documento/propuesta se considera que tomar decisiones responde a una concepción
instrumental de la evaluación, la verdad es que el MPPEU siempre tendrá que
tomar decisiones acertadas y oportunas.
Para finalizar,
y a propósito de la discusión sobre el tema de la calidad en la educación
universitaria, me permito colocar un link a una conferencia que dicté en la
ciudad de Loja, Ecuador, en abril de 2008, en el marco del II Encuentro del Consorcio Red de Educación a Distancia CREAD y el II Encuentro Virtual Educa Ecuador, cuando
me desempeñaba como Consultora para el Instituto
Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América latina y el Caribe
IESALC, conferencia que denominé Polos en la Calidad de la Educación Superior a Distancia en América Latina. Una
mirada desde el IESALC/UNESCO,
y en la que diserté precisamente sobre la calidad como pertinencia social, tema
que tanta extensión ocupa en el documento/propuesta Sistema de Evaluación, Supervisión y Acreditación Universitaria (SESA).
Espero sea de utilidad. Ciao.
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