En mi entrada anterior anuncié que
dedicaría un espacio más extenso a comentar el Seminario-taller “Lecciones aprendidas en programas de ALFIN en
Iberoamérica”, realizado en La Habana entre los días miércoles 18 y jueves
19 de abril de 2012, en el marco del Congreso INFO 2012, en el cual participé
como ponente del trabajo denominado “Visión
integral del campo de la ALFIN ¿Qué hemos aprendido al respecto?”,
elaborado conjuntamente por la Lic. María Carolina Rondón y la Dra. Beatriz
Tancredi, quien les escribe, ambas de la Universidad Nacional Abierta de
Venezuela.
Fuimos convocadas a este Seminario por
el buen amigo Alejandro Uribe, colombiano, Docente-Investigador de la Escuela
Latinoamericana de Bibliotecología de Antioquia, Colombia, y motor de esta cruzada,
cuyo objetivo es afirmar y posicionar el trabajo que se viene realizando sobre
ALFIN en Iberoamérica. Debo confesar acá, tal y como se lo expresé a Alejandro en
La Habana, que su llamado a participar me conquistó por la orientación
decididamente práctica y experiencial que le imprimió al referido seminario-taller.
Le comentaba el desánimo que causan tantos congresos que terminan quedándose en
el plano de lo declarativo, y que poco aportan al mejoramiento de las
realidades concretas de las prácticas profesionales cotidianas. En esta
oportunidad, Alejandro nos convocó a compartir las lecciones que hemos
aprendido sobre ALFIN, a las cuales se
definió como “los aprendizajes positivos o negativos que ha ido dejando
la experiencia particular de planeación, implementación y evaluación de ALFIN
que se comparte, y que a otras bibliotecas o profesionales de la información
puede servirles para aprender de los logros y evitar errores, considerando las
debidas adaptaciones a cada contexto. A su vez, estas lecciones implican las
posibilidades de intercambiar planes, metodologías, recursos, objetos de
aprendizaje entre los países iberoamericanos en esta temática, que es un
objetivo de trabajar en redes”. Este enfoque resultó de gran valor, teniendo en
cuenta que permitió conocer el camino andado por pares alfineros, sus
experiencias positivas, y las que no lo son tanto, para continuar en la ruta
con buen pie. En verdad Alejandro, ¡¡¡te anotaste un gol con este abordaje del
tema!!!
Se contó con la participación de nueve
países: Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Cuba, España, México, Uruguay y Venezuela,
de los que se presentaron 23 ponencias de muy alto nivel y 17 posters. En aquellas
predominó la experiencia de ALFIN en universidades; también conocimos, aunque en
menor cantidad, experiencias en bibliotecas públicas y empresas. Las ponencias fueron agrupadas por países para que nos
pudiéramos hacer una idea, al menos gruesa, de lo que se está realizando en los
países de la región y los aprendizajes que se han derivado en esa materia.
Durante el seminario, Alejandro nos
pidió que realizáramos un ejercicio que, por razones de tiempo, no pudimos
cerrar. Se trataba de registrar aquellos aspectos de cada una de las ponencias
que llamaran nuestra atención, para luego inventariarlos y llevarnos un
espectro de nuevas posibilidades en el estudio y la práctica de la ALFIN. Comparto
con ustedes mi inventario personal.
Aspectos interesantes por su
recurrencia en diferentes ponencias.
·
El
modo de trabajo colaborativo en el desarrollo de los llamados programas de
ALFIN. Al
respecto, se destacaron modalidades exitosas de organización tales como redes,
alianzas estratégicas, grupos interdisciplinarios, consorcios de universidades.
En verdad, el modo de trabajo colaborativo me parece la forma más inteligente y
conveniente de operar en ALFIN.
·
La
preocupación por hacer llegar la alfabetización a toda la ciudadanía, lo que
supone abordajes masivos del asunto, leitmotiv de este blog. Es éste un
desafío fascinante en el que salen a relucir cuestiones de escala, pues no es
lo mismo alfabetizar 20 personas por vez, donde resultan relativamente cómodas
la tutoría personalizada y la evaluación no reproductiva, que hacerlo con 20
mil personas en simultáneo. En el abordaje de este desafío cobra especial
relevancia la modalidad de educación a distancia, mi especialidad. Así como
estrategias presenciales de formación de formadores que conllevan un efecto
multiplicador. Algunas de las instituciones representadas en el seminario han
dado pasos firmes en ese sentido, para otras es aún una aspiración.
·
El
reconocimiento de la importancia del apoyo institucional, particularmente de
los niveles de dirección, para hacer exitoso el programa de ALFIN. Ello supone su inclusión
en los planes estratégicos o de desarrollo de la institución. Los espacios en
los que la ALFIN ha alcanzado éxito han tenido asegurado este respaldo.
Aspectos interesantes por su
sensibilidad.
·
A
mi juicio, todavía un tanto difuso, fue el tema de la evaluación o medición
de la ALFIN. Se identificaron prácticas y momentos claves, tales como la
necesidad de indicadores, la evaluación pre y post, y los portafolios de
evaluación no reproductiva.
·
La
preocupación, expresada en su ponencia por la colega alfinera del Brasil, sobre
la necesidad de teorizar y generar categorías en ALFIN, preocupación con
la que estamos totalmente de acuerdo. De no hacerse, se correría el riesgo de
acortar la vida de la ALFIN como área disciplinar.
Aspectos interesantes por ser
poco tratados.
·
En
al menos tres de las ponencias se destacó la necesidad de imprimir un
carácter atractivo y lúdico a la ALFIN,
asunto sobre el que vengo reflexionando desde hace un tiempo para los cursos en
general. Vinculado con el carácter atractivo, se derivó como recomendación que
los programas de ALFIN que se ofrecen en las universidades tomen en cuenta lo
que se trata en ese momento en las clases, incorporando temas de actualidad.
·
Interesantísima
la idea de que las universidades se alíen con niveles educativos previos como
la primaria y la secundaria, para acometer un abordaje temprano de la ALFIN.
Pueden consultar todas las 23
ponencias, sus presentaciones y el audio de las mismas, además de los posters,
en el blog ALFIN / Iberoamérica:
El trabajo que llevamos la Lic. María
Carolina Rondón y mi persona condensa nuestra preocupación por la amplitud
de foco de la ALFIN como disciplina. En la práctica de la ALFIN se ha enfatizado el asunto de los
programas, con lo cual se privilegia el conocimiento explícito y personal en
desmedro del conocimiento tácito o explícito en el ámbito organizacional, ello analizado
a la luz de un modelo de gestión del conocimiento. Concluimos nuestro trabajo expresando
la necesidad de una visión más integral de la ALFIN como disciplina, lo que
supone mover el centro de gravedad de la discusión desde la persona que se
alfabetiza hacia las instituciones de información que están legitimadas para
alfabetizar, las cuales, a nuestro criterio, también son objeto de
alfabetización si se consideran como un ser vivo que genera, consume y provee
información. De allí que continuamos profundizando en la línea de trabajo
referida al abordaje de la ALFIN desde una perspectiva organizacional,
particularmente para el caso de las instituciones universitarias que funcionan
como sistemas de educación a distancia. Pueden consultar nuestra ponencia en
la
presentación en
y
el audio de la presentación en
Como resultado del seminario se
produjo la Declaración de La Habana,
que, inspirada en aspectos clave de declaraciones anteriores (Praga, 2003;
Alejandría, 2005; Toledo, 2006; Lima, 2009; Paramillo, 2010; Murcia, 2010;
Maceió, 2011; Fez, 2011), propone compromisos para poner en marcha desde
Iberoamérica quince acciones prácticas y concretas desde la perspectiva
del trabajo colaborativo y la generación de redes para el crecimiento de la
alfabetización informacional en nuestros contextos. Pueden ver la Declaración de La Habana en el siguiente
enlace:
Finalizada mi experiencia de
participación en el Seminario-taller “Lecciones
aprendidas en programas de ALFIN en Iberoamérica”, mantengo algunas de mis
reflexiones elaboradas a partir de mi participación como ponente en la 1ª Jornada Argentina sobre ALFIN, y con
las cuales cierro mi entrada de fecha 12 de enero de 2012. Pueden refrescarlas
aquí:
En La Habana sentí una falta de tratamiento
de cuestiones vinculadas a la ALFIN en poblaciones vulnerables como adultos
mayores, personas en condiciones de reclusión, pueblos indígenas, personas con
alguna discapacidad, salvo lo presentado por la buena amiga Analía Povolo, de
la Universidad del Cuyo en Mendoza, Argentina, quien nos habló de su
experiencia con estudiantes invidentes. Con este nicho abierto para la
exploración, culmino esta entrada.
Próximamente me referiré a cierta tendencia
que observo en las lógicas de acceso abierto. Mientras tanto, el prometido tema
sobre holones se está cocinando a fuego lento… Un abrazo a mis seguidores.
Logo internacional de ALFIN
Muchas gracias por la síntesis, para los que participamos sin duda un ayuda memoria y la afirmación del compromiso de continuar trabajando juntos.
ResponderEliminarSaludos a todos
Magela Cabrera (Uruguay)