El t-learning (TV-based interactive learning) ha sido definido como el
aprendizaje mediado por material audiovisual interactivo, el cual es procesado
por el estudiante principalmente desde su casa. Aunque hace uso de nuevos
dispositivos como el control digital, lo que permite acciones tales como avanzar, retroceder, escoger opciones para opinar, votar, entre
otras, el t-learning ancla en el hábito instalado que tenemos de mirar la
televisión, un medio que goza de una amplia aceptación y tradición y que resulta muy
familiar a varias generaciones. En consecuencia, el t-learning puede ser visto
como la convergencia de dos tecnologías: la computadora y la televisión.
Para los profesores e investigadores José
Juan Pazos-Arias y Martín López-Nores de la Universidad de Vigo, España, el t-learning
es concebido
como un particular abordaje de la educación a distancia.
Esa postura la desarrollan en un libro que tiene un título sugerente y disruptivo:
Iniciativas de Educación a Distancia sin el uso de PC (Distance Education Initiatives Apart from the PC), editado en el año 2009, fecha desde la cual vienen
trabajando en el tema en el Laboratorio de Televisión Digital Interactiva (TVDI)
de la referida universidad y en el desarrollo de la plataforma T-maestro para producir
contenidos abiertos en esta tecnología. Además de las prestaciones y bondades
del t-learning, que los autores
recomiendan utilizar, estos basan su postura en la brecha digital que persistía
en Europa y en Estados Unidos para aquel momento, para sorpresa de muchos. Señalan
Pazos-Arias y López-Nores que la penetración de internet era del 35% y 67%, respectivamente. Por tal
razón, la educación que hace uso de internet todavía se consideraba excluyente
de un considerable grupo de la población, lo que los llevó a privilegiar abordajes en la educación a distancia que
promovieran el acceso pleno de los estudiantes a partir del uso de un medio que
permitiera la interactividad y que tuviera una gran penetración en la sociedad.
Ese no es otro que la TV digital. Si los autores la visualizaban como un medio
pertinente para los llamados países desarrollados, imagínense el
potencial para los nuestros!!!
En un informe
del Banco Mundial del año 2016, la situación de los usuarios de internet por cada
100 personas para año 2015 fue la siguiente:
·
Estados Unidos 74,5%
·
América del Norte 75,9%
·
Unión Europea 79,6%
·
Zona del Euro 80,3%
Quiere decir que, a
la fecha, más del 20% de las personas aún no tienen acceso a internet en esas
regiones.
Es interesante
destacar la posición de Venezuela en ese informe, 61,9% la cual supera el valor
alcanzado por la región a la cual pertenece, América Latina y el Caribe que es
de 54,5%.
El abordaje de la educación a distancia con el t-learning se hace posible desde el
dominio de lo público cuando los Estados asumen la TV digital para democratizar
el acceso a una señal de TV de calidad y con múltiples prestaciones, que hasta
ahora estaba reservada a la TV por suscripción. Es el caso de la Televisión Digital Abierta de Venezuela
(TDA).
Con una clara visión del estado de la situación tecnológica
de la UNA y de sus estudiantes y así como de opciones para superarla, un grupo de
trabajo de la Oficina de Planificación y Evaluación Institucional de la UNA (OPEI),
liderado por mi buena amiga la Dra. Teresita Maza, ha congregado a numerosos pioneros
entre profesores, estudiantes, personal administrativo y de servicio, diseminados
por todo el país en torno a una feliz iniciativa denominada: UNA-TDA. La imagen de la práctica educativa y
comunitaria,
cuyos avances pueden seguir en el blog OPEI. Planificación participativa
Con
mucho pesar debo decir que la iniciativa ha sido descalificada por algunos sectores
que le imprimen un sesgo político tal, que como un espeso velo no permite ver
la relevancia y la pertinencia de la oportunidad que brinda el Estado
venezolano a una universidad con la filosofía de la UNA, orientada por los principios
de democratización,
masificación, inclusión, innovación educativa y por el apoyo en múltiples y
variadas tecnologías, de acuerdo con lo establecido en su proyecto de creación
y en su reglamento general.
Felicito
a todos los actores que se sumaron a la iniciativa, a los que lo hicieron en
conocimiento de las características de esta nueva tecnología, así como a
aquellos que llevados por su “olfato” reconocieron que se trata de algo valioso
para la UNA y para todos quienes hacemos vida en ella, que tan necesitados
estamos de un proyecto aglutinante, útil, movilizador. A unos y otros los
invito a profundizar en el estudio de tan novedosa materia, que representa una
valiosísima oportunidad para retomar el necesario desarrollo tecnológico de UNA
y para ofrecer un servicio educativo con mayor cobertura.
En la próxima entrada les compartiré mi contribución
al referido proyecto.
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